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Los alumnos de 2º de Eso, junto con nuestro tutor, visitamos el Alcázar de Jerez, una visita muy amena y educativa, que interesó a todos.


 
 
Estábamos encantados de poder visitar un lugar en el que vivieron muchas personas, antepasados nuestros, hace mucho tiempo, más de 800 años (se construyó entre los siglos XI y XII).

Nos interesaba mucho, tanto por conocer un poco más de nuestra historia, como por completar el programa de Sociales que estamos dando este curso.

Al llegar, la monitora que nos acompañó, por cierto, muy amable y atenta a todas nuestras preguntas, nos dijo que el Alcázar surgió en el periodo islámico.

La entrada, en ángulo recto, estaba marcada por una puerta con arco en forma de herradura, que era la puerta de la ciudad. Después, atravesando un patio interior, nos enseñó el molino, hoy restaurado, que alberga dos salas. Sala de molienda, donde, mediante un mecanismo, se aplastaba la aceituna y se hacia una especie de masa.
Más adentro, la sala de prensado, donde se obtenía el aceite mediante un proceso puramente mecánico de presión. Emocionaba imaginar todo aquello en marcha.



 
Luego pasamos a la mezquita.
Antes de entrar había una fuente muy bonita. Toda la mezquita estaba cubierta de esparto, y, al fondo, estaba la quibla (pared hacía donde se tenía que rezar).

Nos llamó la atención la falta de imágenes y la austeridad de la construcción. Impresionante la cúpula.

A continuación pasamos los jardines. Eran preciosos y muy buenos para los sentidos. Nos dijeron que el jardín era el centro de la vida del Alcázar: plantas medicinales, árboles frutales, estanques…
 
El padre de Rubén, un compañero de la clase, que trabaja allí, nos estuvo explicando la utilidad de cada una de las plantas.

Más tarde, llegamos paseando hasta la puerta del campo, era enorme e imponía mucho. Entrar por allí es lo más parecido aun laberinto. Por lo visto, ese hecho tenía sentido de defensa.
Luego visitamos los baños. La verdad es que olía mucho a humedad pero merecía la pena verlo.
Nos imaginamos cómo transcurría la vida social en aquellas estancias.


 
Después la monitora, decidió regalarnos una visita a unas instalaciones que dentro del Alcázar recogen lo que fue una antigua farmacia en Jerez.
Estaba llena de tarros que contenían sustancias raras, y una mesa llena de jeringuillas y demás utensilios que se utilizaban el siglo pasado.
Nos dijo como antes había que fabricar las medicinas, y como la farmacia era clave en los procesos de curación fabricando los medicamentos que el médico recetaba.
Bueno, pues aquí acaba la visita. Solo quería decir que nos lo pasamos muy bien, y que nos gustaría repetir.
¡Adiós y muchas gracias!